jueves, 23 de octubre de 2014

Les comparto un sueño...

 

Vi alzaprimas de copas colmadas con diminutas flores color lila; enormes ceibas por ahí, como si estuvieran extraviadas o hubieran nacido en el lugar equivocado y muchos cedros en ayuno, sólo con sus semillas sazonas que semejan flores de madera.
Vi una iglesia, con vigas de madera en la parte superior, paredes pintadas de blanco y unas letras griegas en el campanario, cuyo significado nadie me supo decir.
Vi otra iglesia que se rehusó al estuco y exhibe piedras semejantes a las que se aprecian en los templos de las culturas originarias, de los cuales seguramente también hubo en Temapache.
Vi casas de dos y cuatro aguas con ventanas pequeñas, cajetes de varios tamaños y bateas de madera colmadas de zacahuil envuelto en papatlas quemadas, a causa de los calores del horno de tierra donde se cuece el gran tamal.
Vi mucho más, pero prefiero sólo compararles esto, dejarlos con la curiosidad para que un día se permitan ir para allá…