De niña, junto con mis
hermanas, anduve a salto de mata, huyendo de los de a caballo. Eran tiempos de
revolución y mi padre, por temor a que nos tocara una bala, nos mandaba
por días al monte con el tío Nemesio.
Cuando bien nos iba,
lográbamos llevarnos el metate, pero cuando no, nomás la olla y el morral con maíz,
para hacer niscón.
Pasábamos días enteros
arriba de los árboles, yo a veces hasta me entumía, me quedaba engarrotada.
Lo anterior es sólo un fragmento de los recuerdos de una
mujer de la huasteca Veracruzana de nombre Caritina Hernández.
Murió a los casi 100 años, sin que ella ni sus descendientes supieran cuál era su fecha exacta de nacimiento, porque los de a caballo quemaron las pertenencias familiares, incluidos documentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario