lunes, 26 de noviembre de 2012

Ahí vienen los de a caballo...


De niña, junto con mis hermanas, anduve a salto de mata, huyendo de los de a caballo. Eran tiempos de revolución y mi padre, por temor a que nos tocara una bala, nos mandaba por días al monte con el tío Nemesio.

Cuando bien nos iba, lográbamos llevarnos el metate, pero cuando no, nomás la olla y el morral con maíz, para hacer niscón.

Pasábamos días enteros arriba de los árboles, yo a veces hasta me entumía,  me quedaba engarrotada.

Lo anterior es sólo un fragmento de los recuerdos de una mujer de la huasteca Veracruzana de nombre Caritina Hernández.

Murió a los casi 100 años, sin que ella ni sus descendientes supieran cuál era su fecha exacta de nacimiento, porque los de a caballo quemaron las pertenencias familiares, incluidos documentos.

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