martes, 21 de enero de 2014

Serafín


Querido Serafín

Llegaste a mi vida cuando todavía era una niña.

Idéntico a tu padre: negro con patas blancas y cola esponjada.

Siempre guapo y cariñoso.

Salí de casa en busca de mis sueños y tú te quedaste con mis padres.

Ya grande decidiste llevar a tu novia a vivir contigo.

Mi padre la llamó Tostada, y con ella tuviste muchos hijos.

No dejaste de ser andariego, y más cuando ella te abandonó.

Cómo olvidar tus siestas bajo el sol, placentero y feliz.

Cómo olvidar tu roces en mis tobillos, dándome cariño.

Anoche pediste a mi padre que te dejara dormir en la bodega.

Ahí donde tenías la encomienda de evitar la visita de los ratones.

Hoy él me informó de tu partida al paraíso eterno.

Estarás bajo el árbol de mandarina, ahí donde yace tu padre, y tus demás antepasados Rambo, Macumba, Burbuja, Carbuncla... 

Me dicen que debes estar gozando allá, con los tuyos.

Es mi consuelo, que seas feliz en el cielo, como lo fuiste en la tierra, en tus casi 15 años de vida.

Te quiero y te quise mucho mi Serafín, mi Serapio, mi negrito cola esponjada.

Como el día que salí de casa, te llevaré en mis pensamientos.

1 comentario:

  1. Es maravilloso tener a alguien así esperando en el paraíso eterno, entrañable compañía.

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